Con la instalación de una nueva sala de pesadas, en Sincrofarm damos el primer paso para doblar toda el área de tratamiento de materias primas en nuestras fábricas de Cornellà. Esto incluye las pesadas, el tamizado y el homogeneizado, para así incrementar la capacidad de producción de mezclas, la flexibilidad en la respuesta rápida a nuestros clientes y afrontar un aumento de la facturación de forma estable y sólida.

La nueva sala está equipada con una cabina de flujo laminar de grandes dimensiones (2×2 metros), que proporciona la máxima comodidad y ergonomía a los operarios, tres balanzas Mettler Toledo para diferentes rangos de precisión (0-2 kg, 2-30 kg y 30-300 kg) y un terminal de última generación de la misma marca, conectado a la impresora y que genera las etiquetas requeridas. El nuevo terminal se integrará con el proyecto de guías digitales y automatización del sistema de pesadas, que implementaremos próximamente.

Se trata de un dispositivo de última generación, cuya interfaz, más completa que las de máquinas anteriores y de uso sencillo e intuitivo, simplifica de forma considerable los trabajos de pesadas. Además, para ponerse en marcha, es necesario que el usuario inicie sesión con sus credenciales personales. Los datos de cada operación quedan reflejados en la correspondiente etiqueta, cosa que incide en la robustez del proceso, tanto en lo referente a Data Integrity como a la calidad.

Un proceso de máxima precisión

Tras esta nueva actuación, Sincrofarm cuenta con tres salas de pesadas, distribuidas en las dos plantas productivas de Cornellà. Se trata de instalaciones de una gran relevancia estratégica, pues el proceso de pesada suele ser el primero por el que pasan todos los productos. Es donde se prepara la dosificación exacta de las materias primas que se van a incorporar a los medicamentos y nutracéuticos, de manera que cada operación debe llevarse a cabo con la máxima precisión.

Las pesadas se realizan siguiendo el orden establecido en la guía de fabricación y quedan registradas en ella para que puedan ser revisadas y verificadas por el servicio de garantía de calidad, el organismo encargado de controlar que las mezclas cumplen con todos los requisitos. Un pequeño error podría ser suficiente para rechazar un lote entero de productos, con los costes económicos y de reputación asociados, además de las molestias y retrasos para nuestros clientes; por eso, resulta fundamental invertir en los equipos e instalaciones que aseguren la calidad de las operaciones.